Risueñas, concordantes o/e ilógicas, letras por delante y por detrás; podrán con sus ojos apreciar, en este espacio compartido, que cedemos para su agrado, lectores. Invitándolos, por supuesto, a opinar y a catalogar incluso con sus apreciaciones, esta aventura de algunos pocos y poquitas, con muchísimas ganas de expresar todo lo que nos pasa, todos los días. ¡Bienvenidos!

sábado, 17 de abril de 2010

"La verdadera historia de la luna" por Tomás Ayuste

P. P. P

Lalunagolpeaenmipuertaestamañana

Resoplan sus cráteres en mis manos
Como truenos de tormentas extintas

En mi universo de pronósticos inciertos

Suspiralalunasobrelapuntademisdedos

Como un carnaval a ritmo suspendido
Torciendo distancias en el caudal de un río

Así entra su luz en las cuevas filarmónicas

Dondelosalmirantesconducenasusnavíos

Suspiré, de mañana, y amanecí menguante...
Cuando este enigma aguardaba reemplazando al sol

¡Se que vi a la luna!, redonda como su sonrisa...

Yesperoquetomeporciertaestaescenaprodigiosa

El cielo iba lóbrego entre la niebla sin contorno
Aunque igual he de jurarles: “era más bien de día”

Cantaban luciérnagas entre el barro y el rocío

Para.que.esta.derrota.reviva.siempre.invicta

Hoy seré aún más que el espacio entre los ligamentos
Y las lápidas orquestadas sin fin, sobre los cementerios

Si-usted-melopermite-yoseré-suúnicotestigo

Mientras despierto de mañana; y la pre-siento:

. . . Mí, luna . . .

"Ludmila oliendo a flyn-paff" por Costanza Polemann

Ludmila con los ojos celestes. Ludmila oliendo a flyn-paff. Yo en el último banco, rayando la madera y mirando a Ludmila. De vez en cuando giraba ella también, y sonreía. Ludmila con los dientes blanquísimos y sin una de las paletas.
La maestra dividía por dos cifras y nos enseñaba los verbos, pero yo sólo pensaba en Ludmila. Quería aprender cuántas pecas tenía, nada más. A veces la llevaba en la bici después del colegio hasta el kiosco de su papá. Ahí se impregnaba de su perfume a caramelos y coca cola. Y yo, ya volviendo, todavía la olía.
Era el recreo, yo jugaba con canicas. Ludmila llegó hasta mi lado. Ludmila con el pelo lacio. Tomó mi mano, Ludmila con las uñas pintadas con liquid paper. Se acercó hasta mi oído y susurró. Sus labios rozaban el lóbulo de mi oreja izquierda, y su mano suavemente tocaba mi cara. Sentí su aliento y sus palabras suaves, rápidas. Se separó y me miró con los ojos más celestes que el cielo. Lloraba despacio, sin agitarse. Me besó en el cachete y yo no alcancé a decirle que por qué lloraba, si yo también... Corrió con su guardapolvo que bailaba con el viento. Y atrás quedó un dejo de su perfume de flyn-paff y lápiz verde.
Me enfermé ese fin de semana, y falté el lunes al colegio. El martes, Ludmila ausente. Sonó el timbre y pedaleé hasta el kiosco. Las persianas cerradas. Le pregunté a la portera del edificio de al lado, "no sé pibe, ni idea" me dijo así pero yo supe que sí, sabía.
Volví a casa lento, recordando sus palabras, y que no le pude decir que yo también. Pasa el tiempo, los años, la voz de Ludmila se vuelve cada vez más baja, más difícil de entender lo que me dice. Su susurro se convierte en respiro, en aliento, en una simple brisa que pasa sin palabras. Y ya no me acuerdo que yo también. Ya no me acuerdo.

"te extraño, te extraño!" por Damian Rodriguez

Por ti levante mi mirada y tambien la baje varias veces,
y es por tu recuerdo que hoy escribo esta nota,
a las dos de la madrugada,
recuerdo hasta tu suéter de lana rosa, que tan bonito te quedaba.

te extraño, pero solo por momentos,
y eso no es poco despues de tantos años,
Aún escribo pensando en ti,
y eso no es poco despues de tantas letras,

Te extraño,
no hay dudas, estoy un poco loco,
Hoy necesitaba
esos abrazos casi robados que me dabas.

como te extraño,
inclusive me pregunto si tu no me extrañas,
al menos un poco,
y si piensas en mi a las 6 de la tarde,
y calculo que me nombras, y sino, lo hara tu corazon.

te extraño! te extraño!
aun creo que en este preciso momento que tipeo
estos párrafos logre una conexion contigo,
y no me creo mago, pero los lazos del amor
siempre se terminan con un nudo.

te extraño.

"El Vaso de WhiskY o el amor que no Es" por Roxy Bavaro

Lo oigo hablar con sus enormes ojos azules, un poco entusiasmado otro poco melancólico sobre las mujeres de su pasado. Tiene un vaso en la mano que no deja de revolear, entre los gestos amigos de esa tristeza extraña que provoca la incertidumbre sobre el paradero de aquellos, a quien uno amó y ya no están.

El vaso tenía café. Por su tristeza podría tener a estas alturas whisky, pero la cocina está lejos y la voluntad no acompaña. Lo oigo hablar tratando de comprender si debo ser una espectadora ausente o quien le de esa palabra de aliento que él quiere escuchar pero que ninguno de los dos dirá extrañamente, nunca.

Simplemente me sumerjo en su congoja. Ahora soy yo la que piensa, mientras él habla, en los que pasaron y ya no están. A los que se amó para siempre y solo duraron instantes de reloj de arena; a los que se prometió la fidelidad de Ariadna y a cambio obtuvieron un poco de nuestro abandono.

Pienso en el intrincado camino amoroso de él, mío y un poco más allá de la humanidad toda. Pienso que alguna vez quise profundamente y que algún día, tan lejano en mi mente, perdí ese sentimiento.

Ya no me acuerdo como era. Tengo sombras que me indican lo que quisiera que fuera de esta realidad tosca pero no es. Tengo sombras que te indican. Y se van, como negruras.

Sombras son. Sentimientos que no se animan a ser, y tal vez, nunca sean. Es la cobardía ahora, que mientras él revolea su vaso de café, yo me convenzo que nunca podré ser amada por esas manos. Es la cobardía.... y se parece a mi sombra que toma cuerpo y se esfuma.

Yo lo escucho y él no me mira. Se siente aturdido por un amor que ya no existe. Y yo, en la sombra de mi propio amor negado, me muero en su presencia que me eclipsa.