Es la trama que se desarrolla mientras camino abajo de este arbolado frondoso. La que camina al lado mío, por encima, como un carretel de momentos irreproducibles, y que, como el río, pasa sin detenerse jamás a mirar su huella.
Cada paso es un átomo que forman células que forman tactos y recuerdos. Y pasa, sin preguntarme, sin esperarme; pasa y se diluye.
Yo respiro despacito, para no despertarte. Y te miro dormir al lado mío, como si este momento hubiera estado acá siempre, todo el tiempo. Como si fuera el derrotero natural de todos los momentos. Los tuyos y los míos, confluidos en ese instante impasible.
Insolente desafío a los miedos, este trazo atraviesa de manera ya apasionada, todo aquello de lo que alguna vez huimos. Y la trama, nos enfrenta en su nudo para que el tacto sea dueño del desenlace.
Duerme, ahora complaciente a mi lado. Duerme mientras en silencio, amo esta historia. Esta conspiración de momentos que ya son, y que repetitivamente, solo se reproducen en si mismos, cuando el silencio nos atrapa; los átomos se adueñan del sigilo y yo enmudezco diciendo a gritos, todo esto que ya siento.
lunes, 28 de junio de 2010
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Guaux, que bueno che!... Siga así, un besote
ResponderEliminarTomy!
no pude evitar googlearte, me muero por conocerte un poco más. beso, Gone
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